Carlos García Cantarero, nacido en Madrid en 1961, es un entrenador con un amplio currículo deportivo desde que empezara en la temporada 99 con el Amorós (tercer filiar rojiblanco) pasando por el Lugo, el At. Madrid B, la primera plantilla del mismo Atlético, otra temporada en el At. Madrid B para recalar en el Levante en segunda división, luego en el Elche y este año hasta hace breves fechas en la Leonesa.

El patrón de juego que tenemos se basa fundamentalmente en dos situaciones: la primera que es tener el balón y por tanto todos los movimientos que intentamos hacer cuando tenemos el balón, y otra segunda que es, y parece una obviedad, cuando no lo tenemos. A partir de que lo perdamos o el contrario inicie jugada los movimientos que tenemos que hacer para recuperar y sobre todo para que el contrario no nos llegue a la portería. Esas son las dos situaciones posibles en el fútbol, muy lógicas naturalmente, y que nosotros trabajamos.

- Referido al preparador físico o al segundo entrenador ¿ qué es lo que esperas o qué actitudes le pides para colaborar contigo?

En primer lugar reseñar que la figura del preparador físico la considero muy, muy importante, para mi mucho más importante que la de segundo entrenador porque, además de sus funciones, un preparador físico puede hacer un trabajo de segundo entrenador. Ahora mismo en el fútbol la preparación física es una parte esencial, fundamental; no voy a decir que por encima de lo técnico o lo táctico pero lo valoraría casi, casi al mismo nivel. Lo que siempre espero de él es que pues el equipo mantenga a lo largo de la temporada un nivel físico similar, que no tenga picos en la preparación física; todo ello dentro de un margen grande de libertad porque entiendo que cada profesional debe tener un campo de acción amplio para poder desarrollar su trabajo. En otro orden de cosas espero que, bien sea un trabajador del club, o pertenezca al grupo de trabajo del entrenador siempre espero lealtad y que puede intercambiar con él opiniones.

¿Cómo te gusta que sean tus entrenamientos? ¿Cómo los ordenas?

Depende de los días pero hay varias cosas para mí muy importantes en los entrenamientos. Primero que sean variados, que no sean repetitivos porque si no al final se convierten en una rutina. Segundo que sean muy intensos, para eso necesito que el entrenamiento vaya muy bien organizado de tal manera que no haya pausas, ni tiempos muertos y que sea todo continuado. Por eso dejo todo el material preparado siempre que es posible para que vayamos cambiando de uno a otro sin interrupciones, ni parones. Yo intento trabajar sobre noventa minutos, pero noventa minutos de mucha intensidad y luego ya pues depende un poco de los objetivos que busquemos.

En general hacemos un calentamiento, una fase de activación para que el entrenamiento sea muy dinámico, luego el objetivo principal del entrenamiento, el que busquemos, normalmente táctico y finalmente solemos acabar con un trabajo técnico que pueden ser tiros, o centros o... Depende de lo que queramos trabajar.

Dentro de la dinámica de trabajo combinado físico-táctico del que nos hablas ¿cuál sería tu ejercicio favorito?

El que más hago es el de posición en el campo que lo hago siempre de manera activa; es decir, hago dos grupos, uno hace fútbol de ataque iniciando jugadas desde atrás y el otro grupo hace acciones de recuperación de balón y de cortar la jugada del contrario. La verdad es que lo repito mucho porque me parece importante que siempre el equipo esté colocado y sin mucho desplazamiento tengamos bien cerrados los espacios. Ese es el más repito aunque no demasiado porque, ya he dicho que me gustan los entrenamientos variados, pero sí que es el que más hago. Eso sí no me gusta hacerlo en estático; es decir, no me gusta hacerlo con conos o banderolas, eso no porque me parece poco real lo hago siempre con un grupo que realiza acciones de ataque variadas, dependiendo del rival que nos vayamos a encontrar el domingo y el grupo que en principio va a jugar que haga ese trabajo táctico defensivo.

En su grupo con campos blandos, con campos duros o pesados ¿ Os planteáis algún tipo de trabajo específico por condiciones del terreno, por estación del año?

Nosotros no nos ceñimos a una línea de trabajo estricta, yo entiendo que siempre hay que modificar porque no hay dos grupos de futbolistas iguales. Cada equipo que he entrenado tenía una condición física distinta por el global de los jugadores, pues a lo mejor tenías un grupo muy rápido o más lento pero más resistente, cada equipo tiene al final unas características físicas que hacen que no debas llevar una programación cerrada de un equipo a otro. Luego en el tema de los campos, si tenemos un período de mucho agua, de campos embarrados, que en este grupo puede ser más corriente, reduciríamos el volumen de carga de trabajo para aumentar la intensidad.

Un ejemplo de sesión de entrenamiento en un día de mucha intensidad

Un día duro podría ser un día de doble sesión, pero haciendo una sola sesión podría ser, por ejemplo un miércoles, primero un calentamiento, luego una sesión física en función del objetivo que queramos buscar resistencia, fuerza o velocidad pongamos que hacemos fuerza; es decir, trabajo con el preparador físico; luego normalmente pasaríamos a hacer un trabajo de presión, de presión muy exigente en mitad del campo que sirve para hacer una buena transferencia del trabajo de fuerza al fútbol; seguiríamos con un trabajo de fútbol en espacio reducido pero con componentes tácticos porque también nos sirve como una buena transferencia: puede ser trabajar el fuera de juego, trabajar las acciones por banda y llegadas por dentro, trabajar los movimientos atacantes y las posiciones para llegar a la acción de remate. Acabaríamos con algún trabajo técnico, pues normalmente acciones por banda con pases para rematar. Ese sería más o menos el planteamiento para un día de unas dos horas de trabajo.

Siempre con balón de por medio

Me gusta que esté el balón pero también que los jugadores trabajen sin balón el aspecto físico porque creo que, aunque ahora hay unas dinámicas de trabajar todo con el balón, a mi también me gusta sin balón porque creo que hay aspectos físicos que se trabajan mejor sin balón porque se hace un trabajo más específico y se incide en un determinado aspecto de la preparación. Además creo que es bueno que el jugador tenga un poquito de hambre de balón, de hambre de jugar; no siempre estar con balón, balón porque, entiendo que un trabajo físico sin balón también es interesante. En el trabajo físico creo que se puede prescindir del balón en ocasiones, en el táctico o técnico no pero en el físico entiendo que es posible.